¿Dónde se alarga tu sombra,
dibujada taciturna,
serena... al quite pronta?
Cuentan, los que te vieron,
que era bronce fundido
tu natural sobre el ruedo,
y tu estocada la pluma
con la que firman los genios.
Fuiste grande entre los grandes,
quizás, el mayor de ellos,
impartiendo, con firmeza,
tu doctrina califal
en el sinfín del albero.
Todo un señor, un caballero,
de la España triunfal que tú enlutaste,
pagando por ello un precio,
tu última gota de sangre.
Fue tu figura de mimbre,
quien mandando sobre el toro,
quebró una tarde de agosto
dignificando tu oro.
Tú, que desdeñaste tu carne
para hacerse monumento
dejándonos para siempre,
huérfanos de tu toreo.
Hoy, yaces aquí, maestro,
en la soledad del retiro.
Aquí dejaron tu cuerpo,
por la muerte ya vencido.
Aquí reposan tus glorias,
tu sudario desvalido,
descansando para siempre,
por los siglos de los siglos
Descansa en paz, Manolete,
¡Qué bien te lo has merecido!
Autor: Pepe Bejarano
Colección particular de Pepe Bejarano
dibujada taciturna,
serena... al quite pronta?
Cuentan, los que te vieron,
que era bronce fundido
tu natural sobre el ruedo,
y tu estocada la pluma
con la que firman los genios.
Fuiste grande entre los grandes,
quizás, el mayor de ellos,
impartiendo, con firmeza,
tu doctrina califal
en el sinfín del albero.
Todo un señor, un caballero,
de la España triunfal que tú enlutaste,
pagando por ello un precio,
tu última gota de sangre.
Fue tu figura de mimbre,
quien mandando sobre el toro,
quebró una tarde de agosto
dignificando tu oro.
Tú, que desdeñaste tu carne
para hacerse monumento
dejándonos para siempre,
huérfanos de tu toreo.
Hoy, yaces aquí, maestro,
en la soledad del retiro.
Aquí dejaron tu cuerpo,
por la muerte ya vencido.
Aquí reposan tus glorias,
tu sudario desvalido,
descansando para siempre,
por los siglos de los siglos
Descansa en paz, Manolete,
¡Qué bien te lo has merecido!
Autor: Pepe Bejarano
Colección particular de Pepe Bejarano