viernes, 14 de octubre de 2011

Un capricho americano...

Manolete, álbum inédito (y XXIX)

Colección particular de Pepe Bejarano

El gusto por las nuevas tecnologías no es una moda actual. Ahí pueden ver a todo un torero embobado mirando una radio. Está Manolete en una estancia de su palacete de Córdoba, relajado, con su famoso batín, y tal vez se aprecie el cuello de un cómodo pijama. Tiene en la mano derecha un pitillo; la escena no puede ser más costumbrista. Sobre un aparador —se parecian recortes de prensa, fotografías y un barril de recuerdo que lleva su nombre, ¿un premio?— se ha posado un resplandeciente aparato de radio, que imita las formas de un maletín de viaje. 
El señor que aparece hacia la mitad de la instantánea es un buen amigo del torero, José Moreno Salinas, que también está asombrado ante el aparato, pues viene de Nueva York el último grito en radios domésticas. Es domingo un 23 de marzo de 1947, Manolete acaba de llegar de su gira americana. Pero, ¿quién hace la foto? Una vez más es su amigo Ricardo que, como dato anecdótico, ha tomado la instantánea desde una microcámara, otra de las novedades tecnológicas del momento. El diestro ha sido generoso con el fotógrafo, pues se la ha traído en persona desde el otro lado del Atlántico. Texto: Fernando Martínez.