Manolete pisa terrenos imposibles, se queda más quieto que nadie y eso trae sus consecuencias. Muchos astados le pisan, sufre lesiones musculares, le destrozan los tendones y sus uñas corren serio peligro de desaparecer. No es extraño que antes del festejo, en la soledad de la habitación, su fiel mozo de espadas le vende los tobillos y los empeines. Con fotos como ésta, siempre surge la misma pregunta: ¿quién es el osado que consigue tomar una instantánea en un lugar tan privado? Sabemos hoy que fue Ricardo el que apretó el disparador, pero conocemos más datos.
Su fiel Guillermo González aparece en un sesgado primer plano ayudando al maestro. Vemos su perfil y cómo mira a Manolete. Es un viernes primero de junio de 1945, poco falta para que empiece en Granada la primera corrida de la Feria del Corpus. En el ambiente se respira tranquilidad, hay tiempo suficiente para vestirse. La habitación es confortable, el radiador de aceite es todo un lujo, sobre él se han dejado unos pañuelos y, a la espalda de Manolete, se apilan las maletas de viaje, donde se guardan los trajes del matador. La fotografía que hoy contemplamos cobra vida, pues la maleta de piel más clara nos sorprende en nuestro presente, sigue viva con nosotros. La maleta es una pieza hoy de mi colección. Texto: Fernando Martínez
Te felicito por tu blog , es maravilloso! Yo no sabia nada sobre Manolete hasta que vi una película que no vale la pena mencionar porque creo que no refleja la realidad sobre la vida de Manolete , pero si logro esa película envenenarme profundamente hasta el punto de querer saber un poco mas sobre el . Me he enamorado de Manolete no tienes idea y bueno mucho exito , todo esto que haces tiene mucho valor .
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